Si eres como nosotros, no hay nada como comenzar el día con una rica y sabrosa taza de café prensado francés. Pero seamos realistas: dominar el arte de la prensa francesa no es tan fácil como parece. Todos hemos estado allí, recogiendo los posos del café, vertiendo el agua y esperando ansiosamente esa preparación perfecta, solo para encontrarnos con una taza mediocre.
En este artículo, profundizaremos en los errores comunes que muchos de nosotros cometemos al utilizar una prensa francesa. No te preocupes; Todos hemos cometido estos errores en algún momento, por lo que no hay necesidad de sentirse solo en la lucha por el café. Analizaremos una variedad de factores, incluido el tamaño de molienda, la temperatura del agua y la proporción de café a agua. Los problemas con estos son todos errores clásicos que pueden afectar seriamente su juego de café.
Pero hay más que considerar, incluido si revolver o no, si debes desnatar la superficie del café antes de sumergirlo y si los granos en sí son la opción correcta. Entonces, si está cansado de conformarse con un café prensado francés de mala calidad, únase a nosotros mientras desentrañamos los errores comunes y revelamos los secretos para lograr la perfección del café. Convirtamos esos errores que se están gestando en una cosa del pasado y mejoremos su juego de prensa francesa.
Primero, debemos analizar el tamaño de la rutina, que puede ser el héroe o el villano de su viaje en la prensa francesa. Si te equivocas en el tamaño de molienda, te quedará un café de mala calidad por el que tendrás que hacer muecas para terminar. Usar el tamaño de molienda incorrecto puede provocar una infusión amarga y excesivamente extraída o una taza débil y decepcionante.
Si estás usando un molido demasiado fino, no te gustarán los resultados. El principal problema es la sobreextracción. Debido a que el café molido pasa más tiempo en contacto cercano y personal con el agua en comparación con los métodos de goteo, vertido o espresso, se puede extraer en exceso fácilmente. No es la vibra que buscas, ¿verdad? Esto significa que el resultado será un café demasiado fuerte y con un sabor desagradablemente amargo. Las partículas demasiado finas también pueden deslizarse a través del filtro de malla de la prensa francesa, dejándote con una taza que parece un charco de barro.
Por otro lado, ser demasiado tosco tiene sus propios problemas. Es posible que los granos de café grandes no liberen suficiente sabor durante el proceso de preparación, dejándote con una taza que carece de ese sabor robusto y con cuerpo que todos anhelamos de una prensa francesa. Necesitas encontrar un equilibrio entre los dos. Trate de obtener un molido grueso que se parezca al pan rallado, ni demasiado grueso ni demasiado fino. En caso de duda, sea más precavido y comience con el molido más grueso posible, luego ajústelo más fino la próxima vez si cree que es necesario.
Usar agua a la temperatura incorrecta
La temperatura del agua puede mejorar o deshacer tu experiencia con la prensa francesa. Ya tienes los posos del café listos, estás listo para pasar a la etapa de preparación y luego, ¡vaya!, la temperatura del agua no es la adecuada. Es un detalle sutil, pero marca la diferencia. Es importante conseguir la temperatura del agua adecuada para su café de prensa francesa. Si hace demasiado calor, corres el riesgo de quemar tu preciado café, dejándolo con un sabor a quemado que es todo menos agradable. Demasiado frío y estarás viendo una taza poco extraída, débil y acuosa.
La temperatura ideal del agua es de entre 195 y 200 grados Fahrenheit. ¿Por qué? Esta gama consigue que los posos del café liberen sus sabores y aromas a un ritmo óptimo. Cuando el agua está en este rango de temperatura Ricitos de Oro, permite una extracción equilibrada, brindándole una taza rica, con mucho cuerpo y repleta de esas deliciosas notas de café que todos anhelamos. Para obtener resultados más precisos, utilice un termómetro para tomar la temperatura del agua. Pero, seamos realistas, probablemente no harás esto siempre. Por lo tanto, simplemente deje reposar el agua durante uno o dos minutos después de hervir y se enfriará a la temperatura óptima.
No pesar el cafe
Si desea preparar el café de prensa francesa perfecto, debe pesar en lugar de medir. Todos hemos intentado observar esas primicias, pensando que hemos logrado la proporción perfecta. Pero, a decir verdad, medir por volumen es como jugar a adivinar el café, y ¿quién quiere dejar su preparación matutina al azar? En su lugar, deberías utilizar una báscula de cocina. ¿Por qué? Porque las densidades de los granos de café pueden variar y el volumen que ocupan es un comodín. El uso de una báscula garantiza que no solo estés tirando café quieras o no, sino que estés elaborando una taza con intención.
Ahora bien, ¿cuál es la proporción áurea? Comience con una proporción de alrededor de 1:15 o 1:16; es decir, una parte de café por 15 o 16 partes de agua. En términos de peso, eso significa utilizar 1 gramo de café por cada 15 o 16 gramos de agua que utilices. Pero el café es personal y experimentar con las proporciones te permite adaptar tu preparación a tus papilas gustativas. Una proporción de 1:17 o 1:18 podría ser mejor si le gusta una infusión más suave, mientras que aquellos a quienes les gusta el café con más fuerza pueden optar por una proporción tan fuerte como 1:10 o 1:12.
No calentar la prensa
Aquí hay un error que a menudo se pasa por alto en el manual de estrategia de la prensa francesa: no calentar a la prensa. Calentar su prensa francesa con agua caliente antes de sumergirse en el proceso de preparación es como darle a su café el cálido abrazo que se merece. Si su prensa está tan fría como una mañana de invierno, puede eliminar el calor del agua, lo que provocará una extracción inconsistente y lo dejará con una taza más tibia que la lava.
Al precalentar su prensa francesa, mantiene un ambiente de temperatura estable para que se desarrolle la magia de la elaboración. Eso significa que no hay caídas repentinas de temperatura ni resultados débiles o acuosos. Tómate un minuto para calentar esa prensa francesa y seguramente quedarás satisfecho con los resultados. Todo lo que necesita hacer es agregar una o dos pulgadas de agua hirviendo o recientemente hervida a su prensa mientras realiza otras tareas de preparación de café, como pesar y moler los granos. Luego, coloca tus manos alrededor de la prensa para comprobar que esté caliente. Una vez que esté listo, vierta el agua y prepare como de costumbre.
Dejar reposar el café durante el tiempo equivocado
Otro error frecuente es dejar el café en remojo durante demasiado tiempo o, más comúnmente, no lo suficiente. Déjalo reposar por mucho tiempo y tu café quedará demasiado fuerte con notas amargas. Si no dura lo suficiente, quedará débil y tendrá un sabor acuoso. Ahora bien, la sabiduría común es ceñirse a unos 4 minutos de tiempo de maceración y, claro, eso puede darte una taza decente. Pero permítanos contarle un pequeño secreto: la verdadera magia suele ocurrir en el punto óptimo de 6 a 8 minutos. Darle a esos posos un poco más de tiempo para que se preparen puede dar como resultado un perfil de sabor más completo y matizado.
Pero no confíe sólo en nuestra palabra. Si no está satisfecho con su café de prensa francesa, experimente con el tiempo de maceración y ajústelo a su gusto. Las preferencias de café son tan personales como las huellas dactilares, así que encuentre lo que funcione para usted. Ya sea que te limites a 4 o 5 minutos o te aventures en el territorio de 6 a 8 minutos, la clave es dejar que tu paladar sea la guía.
No revolver el café antes de sumergirlo
¿Revolver o no revolver? Es una pregunta que ha provocado muchas conversaciones acaloradas entre los entusiastas del café, y las opiniones son tan variadas como los granos en el molinillo. Ahora, algunos puristas argumentan que remover interrumpe el proceso de extracción entre el agua y los posos de café, mientras que otros juran que una buena agitación asegura una extracción uniforme.
Entonces, ¿cuál es la elección correcta? Bueno, la gente de Barista Hustle decidió resolver esta batalla que se estaba gestando de una vez por todas. Se arremangaron, se pusieron las batas de laboratorio y realizaron algunos experimentos serios con el café. ¿Qué encontraron? Prepárense: una agitación oportuna alrededor de los 5 minutos del proceso de maceración produjo la extracción más uniforme y resultados francamente sabrosos.
Ahí lo tienes: una pepita de sabiduría de los científicos del café. Revolver no es un sacrilegio; es un arte. Si se hace en el momento adecuado, puede hacer que su café prensado francés brille. Esto es para generar cierta controversia en su rutina de café.
No rozar la superficie para reducir los sedimentos.
Para aquellos de nosotros que ya estamos hartos del café prensado francés fangoso o simplemente no soportamos ni una pizca de sedimento en su taza, tenemos una solución. Todo lo que necesitas hacer es quitar los posos de la parte superior del café preparado en la prensa antes de sumergirlo. Es un movimiento que es pura genialidad para cualquiera que quiera disfrutar de los ricos sabores de una cerveza de prensa francesa sin la arena no deseada.
Cómo lo haces es sencillo. Después de que el café se haya remojado, en lugar de hundirse hacia abajo, retire suavemente la capa superior de café molido con un par de cucharas. Solo dedica entre 15 y 30 segundos a hacer esto, ya que el café seguirá remojando y volviéndose más fuerte a medida que lo desnatas. No sacarás todos los posos del café antes de sumergirlo, pero incluso quitar algunos reducirá en gran medida la cantidad de sedimentos en la taza. Entonces, diga adiós al café fangoso y salude a una taza más limpia y refinada de la bondad de la prensa francesa.
Dejar reposar el café después de la extracción.
Si deja reposar el café después de haberlo sumergido y preparado a su gusto, sin darse cuenta está saboteando su pausa para el café. El café de prensa francesa no cree en el tiempo de inactividad. Incluso después de la caída, el grupo de extracción continúa. Si dejas que el café repose en la prensa, se volverá más fuerte a cada segundo. La bebida que alguna vez estuvo perfectamente equilibrada se transforma en una mezcla más fuerte e intensa, y no necesariamente de una manera agradable.
Una vez que hayas determinado el tiempo de infusión, hayas perfeccionado el molido y te hayas sumergido en la felicidad del café, hay un paso más que puede mejorar o deshacer tu preparación: servir todo el café de una vez. Esto le permite detener el proceso de extracción, preservando los sabores que tanto trabajó para obtener de esos posos de café. Dejarlo en la prensa es como darle luz verde a los granos molidos para que continúen liberando su sabor, y podría terminar con una taza más fuerte de lo previsto.
El tiempo lo es todo en el juego de la prensa francesa, y servir el café rápidamente garantiza que disfrutes de la concentración óptima y el perfil de sabor que has elaborado. Piense en ello como un chef que sirve un plato justo cuando ha alcanzado la perfección: el tiempo importa. Ahora bien, no nos malinterpretes: tomar una taza de café prensado francés es un momento para saborearlo, pero dejarlo permanecer en la prensa no es la manera de hacerlo.
Hundirse demasiado rápido o vigorosamente
El café ya está preparado y es hora de zambullirse para separar los posos. Pero caer demasiado rápido o con demasiado vigor puede provocar una catástrofe cafetera. A medida que se acerque a la zambullida, considere esto como un ballet delicado, no como un combate de lucha libre. Zambullirse demasiado rápido o con fuerza puede alterar la delicadeza que ha cultivado cuidadosamente durante todo el proceso de elaboración de la cerveza.
¿Por qué importa la velocidad? Bueno, sumergirse demasiado rápido crea turbulencias en la prensa, lo que hace que los posos de café se vuelvan frenéticos. La mayoría de las agradables notas de sabor de los posos de café ya deberían extraerse en el momento de sumergirse. Entonces, si agitas demasiado esos posos en este punto, los estarás persuadiendo para que liberen sus notas amargas, astringentes y desagradables.
El secreto está en la inmersión lenta, suave y uniforme. Piense en ello como guiar el café, no forzarlo. Este descenso gradual permite una extracción controlada, asegurando que los sabores se fusionen suavemente. Sienta cualquier resistencia mientras se sumerge y, si comienza a sentirse tenso, levante el émbolo una o dos pulgadas y continúe. Una vez que llegues al fondo, no aprietes el émbolo en el suelo con demasiada firmeza. Nuevamente, esto liberará esos sabores desagradables que deseas mantener encerrados en el suelo.
No usar una prensa francesa para preparar café frío
¿No aprovechas al máximo tu prensa francesa para preparar café frío? Entonces te lo estás perdiendo. Su confiable prensa francesa no es sólo para café caliente; También es lo suficientemente versátil como para preparar cerveza fría. Hacer café frío en una prensa francesa es muy sencillo y el resultado es una mezcla de café suave, baja en ácido y refrescante, perfecta para los meses de verano.
El café preparado en frío se prepara en una prensa francesa de manera similar al café caliente: lo único que es diferente es la proporción de café y agua y el tiempo de maceración. En primer lugar, muele en trozos grandes sus granos de café favoritos y los mezcla con agua en su prensa francesa en una proporción de aproximadamente 1:6 de café por agua. Revuelva suavemente para asegurarse de que todos los granos estén completamente empapados y luego deje que la prensa francesa cuelgue en su refrigerador durante aproximadamente 24 horas. El tiempo de maceración prolongado extrae las bondades del café sin calor, lo que da como resultado una infusión rica y suave.
Una vez que se complete el remojo, presione suavemente el émbolo. Ahora, aquí es donde tu paciencia vale la pena: vierte el elixir de cerveza fría en un vaso lleno de hielo y listo, acabas de transformar tu prensa francesa en una máquina para hacer cerveza fría.
No usar una prensa francesa para el té
Hay otro uso alternativo para las prensas francesas que estás cometiendo un error al perderte: usarlas para preparar té. Comience eligiendo su té de hojas sueltas favorito y agregue una cucharada generosa al fondo de su prensa francesa. La belleza de las hojas sueltas es que se despliegan y liberan todo su potencial de sabor sin las limitaciones de una bolsita de té.
Calienta el agua a la temperatura adecuada para tu tipo de té, ya sea un verde delicado o un negro intenso. Viértelo sobre las hojas de té en la prensa francesa, asegurándote de que estén completamente sumergidas. Ahora, que comience el remojo. La prensa francesa proporciona un amplio espacio para que las hojas infundan su esencia en el agua.
Una vez que el té se haya macerado a la perfección, presiona lentamente el émbolo. Esta ingeniosa característica separa las hojas del líquido, brindándole una infusión limpia y suave sin necesidad de coladores adicionales. Vierta el té preparado en su taza favorita y saboree los sabores ricos y matizados.
No limpiar la prensa francesa después de cada uso.
Algunas personas no limpian su prensa francesa con regularidad y se preguntan por qué el café sabe mal. Amigos, deben limpiarlo después de cada uso. Después de elaborar esa bebida perfecta, lo último que quieres es que los residuos del café de ayer se apropien del sabor de hoy. Limpiar su prensa francesa después de cada uso es el héroe anónimo a la hora de mantener la higiene y la integridad del sabor.
Los aceites del café pueden adherirse al filtro de malla y a las paredes de vidrio, convirtiendo su próxima taza en una mezcla involuntaria de los recuerdos del ayer. Con el tiempo, estos aceites se vuelven rancios y luego dejan un mal sabor de boca. Ahora bien, el proceso de limpieza varía dependiendo de tu modelo de prensa francesa. Algunas piezas pueden ser aptas para lavavajillas, como la jarra de vidrio o el marco de acero inoxidable, pero el delicado filtro de malla suele manipularse mejor con un suave lavado a mano. Tómese un momento para familiarizarse con los requisitos de limpieza de su modelo específico para mantenerlo en óptimas condiciones.
Para un lavado de manos rápido y eficaz, desmonte su prensa francesa y enjuague cada pieza con agua tibia. Utilice un detergente suave y un cepillo suave para eliminar los residuos de café rebeldes. Preste especial atención al filtro de malla, asegurándose de que ningún residuo persistente comprometa su rendimiento.
Usar café de mala calidad
Si estás haciendo todo bien con la forma en que preparas café prensado francés y aún no obtienes los resultados que te gustan, los granos pueden ser los culpables. Sólo obtendrás un excelente café comprando granos de alta calidad, pero ¿qué significa eso?
En primer lugar, piensa dónde los compras. Si puedes recogerlos en el supermercado o pedirlos en Amazon, probablemente no sean buenos. Intente comprar en pequeñas tostadurías que se toman en serio el buen café. No sólo prestan atención a elegir buenos granos, sino que también los tuestan en lotes pequeños para que los granos estén frescos y no rancios. Este tipo de tostadoras deben seleccionar granos que se cultiven en condiciones óptimas, se cosechen adecuadamente y se procesen correctamente.
El tipo de frijol también marca la diferencia. Generalmente se considera que los granos de café arábica tienen un perfil de sabor mejor y más matizado en comparación con los granos de robusta, que tienen un gran impacto sin mucha sutileza.
Usar café que no es adecuado para prensas francesas
Es importante elegir un café que no sólo sea de buena calidad sino que se preste a su uso en una prensa francesa. Resulta que no todos los granos de café son iguales cuando se trata de esa gloriosa acción del émbolo. Las prensas francesas prosperan con granos de tueste medio a oscuro. Estos tuestes resaltan los sabores robustos y el cuerpo más completo que combinan como un sueño con el método de prensa francesa. Es como si estuvieran hechos el uno para el otro, creando una bebida suave y que no teme hacer alarde de su profundidad.
Ahora, viajemos un poco por el mundo del café. Los granos de América Central y del Sur, además de los que provienen del país de las maravillas del café que es Indonesia, son los más adecuados para las cervezas de prensa francesa. Estos granos tienen notas más ricas y terrosas, eliminando las vibraciones afrutadas y ácidas que tal vez no se transmitan tan bien en una prensa francesa.
Por lo tanto, manténgase alejado de los tostados ligeros y los cafés con notas de sabor ricas en frutas y flores. En su lugar, opte por tostados medios u oscuros con notas de sabor, que incluyen chocolate y nueces. Un ligero sabor afrutado está bien, pero no debería ser la nota principal de la cata.